viernes, 14 de octubre de 2016

LA IDIOSINCRASIA DE LAS TIERRAS BAJAS: LA MISIÓN
El ser humano, durante su desarrollo social y especialmente cultura, ha desarrollado distintas capacidades que le permiten comprender el mundo que le rodea; su forma, el movimiento y evolución del mundo exterior, además de los fenómenos naturales con las que aprende a convivir durante su permanencia en la tierra. Sin embargo, muchos de estos fenómenos inicialmente no pueden ser explicados por la lógica del ser humano, ya que desconoce las leyes científicas de interacción de la naturaleza, es así, que el ser humano se deja llevar por su intuición atribuyéndolos estos hechos a poderes sobrenaturales y creando dioses o semidioses con el fin de responder a muchos de los interrogantes que le presenta el mundo y su entorno.
Las distintas culturas de las tierras bajas de Bolivia, aprendieron inicialmente a convivir con la naturaleza; una gran variedad de arbustos, plantas frutales y un sin fin de animales salvajes, además de un clima cálido y acogedor para éstos seres humanos que desarrollaron su vida social al lado de la inmensa selva a lo largo de los ríos que eran empleados para la pesca y como un medio de transporte por agua para trasladarse de un lugar a otro.
Es así que a lo largo de la historia y su forma de vida de las culturas de las tierras bajas inicialmente vemos que existen dioses en cada cultura; dioses de las montañas, lagunas, ríos, arboles, fauna y flora. Los mismos tienen espíritus vivos que interactúan de manera directa con los habitantes de la comunidad, ya sean para ayudar o dañar a los seres humanos, es así que vemos las formas de vida “… de las tierras de la amazonia, que supone la interposición de varios factores uno de los importantes es el territorio de ambulación de donde el hombre toma sus recursos de caza, recolección, de pesca y las tierras de cultivo, parte de la filosofía de vida del hombre de la amazonia es que adaptan sus necesidades a la ecología de la región” (Ministerio de Educación Bolivia. Unidad de Formación “Cosmovisiones y filosofías” s/d. pag.70),
Todo esto, nos hace notar que a diferencia de las culturas altiplánicas, las culturas de las tierras bajas del oriente boliviano tienen una característica única, la de entender que todo lo que existe en el mundo está vivo y el mismo tiene espíritus sagrados que ayudan o perjudican al ser humano, dependiendo del tipo de relación o respeto que el mismo mantenga con estas deidades.
Otra de las características que se puede apreciar es que no existe la propiedad privada, las tierras pertenecen a la comunidad por lo que el consumo debe ser racional y medido respetando a la flora y la fauna en una vida equilibrada, sobre todo con mayor respeto a los dioses con los que conviven los habitantes. Es así que el problema del usufructo de las tierras de estas culturas jamás existió en su naturaleza y forma de vida comunitaria. Además, algunos autores indican que estas culturas de “…tierras bajas refleja en su idiosincrasia la calidez del ambiente tropical y selvática. Este carácter abierto y hospitalario, nacido del crisol hispano-Chiquitano-Guaraní, se expresa en el espíritu festivo y la alegría del Carnaval, los ritmos y danzas tradicionales dedicadas a la selva…” (Opinión. 2015)
Las misiones jesuitas y la evangelización
El proceso de la evangelización con los padres jesuitas principalmente a las culturas del oriente boliviano, ocasionó la pérdida gradual  de sus creencias y formas de vida de los habitantes de estas comunidades, por lo que “bajo este peculiar modelo de colonización, los padres jesuitas asumieron durante casi dos siglos la conversión de los indígenas guaraníes al Cristianismo. Como es sabido, en el seno de las reducciones la conversión significó no solo un cambio de creencias religiosas sino, además, un cambio radical en los modos de vida y de subsistencia habituales entre los guaraníes, cuyos habitantes habían vivido hasta entonces diseminados en amplios espacios geográficos” (Arrazola, Javier.2014)
Estas creencias y cosmovisiones ajenas a estos pueblos originarios, fueron en muchos casos impuestos y obligados para que los habitantes sean cristianizados y alejados de su filosofía de vida armoniosa de respeto a la naturaleza, para pasar a otra violenta donde se considera al habitante indígena como “indio” por lo que finalmente es analizado si merece y es capaz de pertenecer a otro tipo de organización social “avanzado”. El autor de este proceso de cristianización fue sin duda las distintas misiones que invadieron a las culturas milenarias y originarias del oriente boliviano.
BIBLIOGRAFÍA
Arrazola, Javier (14/05/2014). El oriente boliviano y la educación s/d. disponible en http://warrazola.blogspot.com/2010/12/la-educacion-en-bolivia-el-oriente.html
Ministerio de Educación Bolivia. Escuela Superior de Formación de Maestras y Maestros. Unidad de Formación “Cosmovisiones y filosofías” s/d. pag.70,
Opinión. (15/05/2016) disponible en http://www.opinion.com.bo/opinion/articulos/2015/0515/noticias.php?id=160920.




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